Reflexión
Hubo una vez un limosnero que estaba tendido al lado de la calle. Vio a lo lejos venir al rey con su corona y capa. Pensó: "Le voy a pedir y seguramente me dará bastante". Y cuando el rey pasó cerca, le dijo: "Su majestad, ¿me podría, por favor,regalar una moneda?"Aunque en su interior pensaba que el rey le iba a dar mucho más. El rey le miró y le dijo:"¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy yo tu rey?.
El mendigo no sabía que responder a la pregunta y dijo:"Pero su majestad, ¡yo no tengo nada!.El rey respondió: "Algo debes tener. ¡Busca!. Entre su asombro y enojo el mendigo buscó entre sus cosas y supo que tenía una naranja, un pedazo de pan y unos granos de arroz.Pensó que el pan y la naranja eran mucho para darle, así que en medio de su enojo tomó 5 granos de arroz y se los dio al rey. Complacido, el rey dijo:"¡Ves cómo si tenías!". Y le dio 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz. El mendigo dijo entonces: "Su majestad, creo que acá tengo otras cosas", pero el rey no hizo caso y dijo:"Solamente de lo que me has dado de corazón, te puedo yo dar".
(Tomado del libro Vitaminas diarias para el espíritu 2)
Actividad:
Piensa en la reflexión anterior y considera sobre todo lo que tienes para darte a ti mismo...responsabilidad, amor propio, confianza..y todo lo que puedes dar a los demás: amistad, respeto, amabilidad y recuerda que Dios te devolverá el doble de lo que das.
En un trozo de papel contesta ¿Qué tengo para dar?
Escriben los estudiantes...